El cuerpo como un territorio personal:
Imagina que el cuerpo de una persona es como su espacio personal. No lo invades sin permiso, ¿verdad?. Entonces, ¿por qué sentimos que tenemos derecho a opinar sobre el cuerpo de alguien más?. Desde la infancia, nos han bombardeado con estándares de belleza que nos condicionan a pensar que ciertos cuerpos son más “aceptables” que otros. Pero la realidad es que no existe un cuerpo perfecto. Todos los cuerpos son únicos, hermosos y dignos de respeto.
Cuando opinamos sobre el cuerpo de alguien, estamos cruzando un límite invisible. No sabemos por lo que esa persona ha pasado: puede estar lidiando con inseguridades, problemas de salud o simplemente estar en un proceso de aceptación personal. Lo que para nosotros es solo una observación, para ellos puede ser una carga emocional que no necesitan cargar.
Las palabras tienen poder:
Las palabras son herramientas poderosas que pueden construir o destruir. Un comentario aparentemente inofensivo, como “te ves más delgada”, puede tener efectos negativos. Aunque pueda parecer un cumplido, este tipo de comentario refuerza la idea de que la delgadez es un estándar deseable y que otros tipos de cuerpos son menos valiosos.
Lo mismo ocurre con las críticas, incluso cuando no son directas. Frases como “deberías cuidarte más” o “pareces haber subido de peso” pueden impactar profundamente la autoestima de una persona. Y la realidad es que, si no tenemos el contexto completo de lo que esa persona está viviendo, simplemente no estamos en posición de opinar.
Por qué debemos dejar de hacer comentarios sobre los cuerpos ajenos:
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No conocemos su historia: Cada cuerpo tiene una historia, y esa historia es privada. Ya sea que alguien esté recuperándose de una enfermedad, lidiando con problemas emocionales o simplemente cambiando su estilo de vida, no es nuestra responsabilidad juzgar ese proceso.
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El cuerpo no define a la persona: La apariencia física es solo una pequeña parte de lo que somos como personas. Nuestras habilidades, talentos, personalidades y valores son mucho más importantes que cómo nos vemos.
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Fomenta la autoestima y la aceptación: Al dejar de opinar sobre el cuerpo de los demás, estamos promoviendo una cultura de aceptación y autoestima. Nos centramos más en lo que realmente importa: cómo nos sentimos, nuestra salud y bienestar, y lo que somos capaces de hacer.
Acciones que puedes tomar hoy:
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Enfócate en lo positivo que no tiene que ver con la apariencia: La próxima vez que quieras hacer un cumplido, intenta centrarse en características no físicas, como la creatividad, la amabilidad o la fortaleza emocional de una persona.
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Evita comentarios sobre tu propio cuerpo frente a los demás: Muchas veces caemos en la trampa de criticarnos a nosotros mismos, lo cual puede influir en cómo los demás ven sus propios cuerpos. Al hablar positivamente de ti misma, fomentas un ambiente donde todos se sienten más seguros.
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Practica la empatía y el respeto: Si alguna vez sientes la tentación de hacer un comentario sobre el cuerpo de alguien, detente y pregúntate: ¿Cómo me sentiría si alguien dijera esto sobre mí? La empatía es clave para construir relaciones saludables y respetuosas.
En Bululú, creemos que la verdadera belleza proviene de la confianza, la salud y el respeto por uno mismo y por los demás. Todos los cuerpos son hermosos tal como son, y no necesitamos la aprobación ni el juicio de nadie para sentirnos bien con quienes somos. Las palabras tienen un impacto profundo, así que usémoslas para levantar, no para derribar. Al final del día, lo que realmente importa es cómo nos sentimos con nosotras mismas, y eso es algo que nadie más tiene el derecho de definir.